Alquilar tu propiedad con fines turísticos es un negocio. Tanto si la alquilas todos los días del mes o solo un par de fines de semana al año, tienes que cumplir con ciertas obligaciones, pero también cuidarte las espaldas. En este sentido, un contrato de alquiler vacacional es una herramienta muy útil.
Este documento te permite definir las pautas de la relación anfitrión-huésped, además de las normas de la casa, las obligaciones y las consecuencias de no cumplirlas. Un acuerdo de este estilo busca protegerte tanto a ti como a tus huéspedes, y ambos deben estar a favor de firmarlo. Por ejemplo, un contrato de este tipo te podría permitir legalmente cobrar a tus huéspedes una suma de dinero determinada si se producen daños a tu inmueble en caso de hacer una fiesta no permitida.
En este artículo te explicamos qué es un contrato de arrendamiento vacacional y te contamos por qué es importante que tengas uno. Además, incluimos un ejemplo que puedes descargar y usarlo para crear el tuyo propio.
Un contrato de alquiler vacacional es un documento legal que establece un acuerdo entre el anfitrión y el huésped. En él se formaliza un pacto para que el huésped haga uso de la propiedad con fines turísticos, durante un tiempo limitado y bajo un precio acordado. En el contrato de alquiler vacacional puedes incluir tus reglas de entrada y salida, además de cualquier posible restricción o prohibición. Por ejemplo, tienes la posibilidad de detallar si está permitido fumar o no y cuáles son las consecuencias de hacerlo.
El contrato no es un documento para perjudicar al huésped; más bien sirve para proteger a ambas partes. Esto quiere decir que tú también tienes que cumplir con tus propias obligaciones: por ejemplo, debes asegurarte de que tu anuncio dice la verdad, alquilar la propiedad que realmente estás publicitando y no otra, respetar los niveles de habitabilidad, tener la vivienda turística lista a la hora del check-in y cumplir con los servicios anunciados.
En España, los contratos de alquiler vacacional son solo obligatorios en algunas comunidades autónomas, como por ejemplo, Andalucía. Revisa las leyes de tu comunidad para que puedas cumplir con los requerimientos locales.
Sin embargo, aunque no sea obligatorio, siempre está bien tener un contrato de alquiler vacacional, ya que te protege tanto a ti como a tus huéspedes si ocurre un incidente que incumpla las reglas pactadas en el documento. Por ejemplo, si tu contrato estipula explícitamente que los huéspedes deben hacer el check-out a las 11:00 y que se cobrará 25 € por hora adicional, tienes un documento que avale tu solicitud en el caso de que se nieguen a pagar.
El contrato de alquiler vacacional en España debe incluir algunas cláusulas esenciales para asegurar la protección tanto del propietario como del inquilino. Estas cláusulas son:
Es importante que adaptes tu contrato a las diferentes plataformas de alquiler vacacional que uses. Algunas agencias de viaje virtuales como Airbnb, te permiten solicitar a los inquilinos que firmen un contrato, pero te exigen que muestres las cláusulas en la descripción de tu anuncio. Revisa las normativas de cada online travel agency (OTA) para evitar violar las reglas de la plataforma y asegúrate de conseguir la firma de las partes (ya sea en persona o virtualmente).
Liberación de responsabilidad. Las cláusulas que hemos incluido en esta lista son recomendaciones de modelos que hemos consultado, no es una asesoría legal. Asegúrate de ponerte en contacto con un abogado antes de hacer firmar un contrato de arrendamiento de temporada a tus futuros huéspedes.
Un contrato de alquiler vacacional puede ser beneficioso para ti y tus huéspedes por muchas razones. Para empezar, refuerza la confianza que ponen en ti, pero también te permite:
Te recomendamos que formalices un contrato de alquiler vacacional, tanto para proteger los intereses legales y financieros de las partes como para asegurar una experiencia positiva para ambos.
Como ya hemos mencionado, no es obligatorio contar con un contrato de alquiler vacacional en España, a menos que tu vivienda de uso vacacional se encuentre en Andalucía. En ese caso, sí que es un documento obligatorio.
Sin embargo, un contrato de alquiler turístico es una herramienta esencial para garantizar la seguridad y claridad en la relación con tus huéspedes. Este documento legal establece un acuerdo claro entre el propietario y el huésped, especificando las responsabilidades, obligaciones y derechos de ambas partes. Además, te protege de posibles daños a tu propiedad y asegura al inquilino que la vivienda cumple con lo prometido.
Por otro lado, tener un contrato de alquiler no es lo único que te da una mayor seguridad al alojar a extraños en tu casa. Instalar un monitor de ruido, movimiento y humo de Minut es otra forma de garantizar que tu vivienda siempre esté cuidada aunque estés lejos de ella. Por ejemplo, con Minut puedes recibir alertas en tu móvil y enterarte si alguien está fumando en tu propiedad de Barcelona mientras tú vives en Valencia. Y como Minut lleva un registro de las alertas, puedes usar esta información para validar tu caso en caso de que un huésped dispute la acusación.
Lo mejor que puedes hacer para protegerte a ti y a tus huéspedes es seguir las normativas legales y usar tecnología que te ayude a cuidar de tus activos a distancia. Minut es uno de tus potenciales aliados.
El alquiler de temporada y el alquiler vacacional o turístico solo se diferencian en la duración de la estancia. Un alquiler de temporada puede durar entre 32 días y 11 meses, mientras que un alquiler vacacional tiene una duración máxima de 31 días.
En función de la comunidad autónoma donde tengas tu propiedad, no pasa nada si alquilas tu piso vacacional sin contrato. Solo en Andalucía es obligatorio crear y firmar un contrato de alquiler vacacional. Sin embargo, no tener un contrato de alquiler vacacional te deja desprotegido en caso de impagos, incumplimiento de reglas o daños a tu propiedad.